Prólogo del libro El
Agua tiene Memoria, de Jaime Ruíz
Por Kristian
Antonio Cerino*
Busco en el agua los recuerdos
extraviados en la infancia,
pero es profundo este río
y qué cortos son mis brazos.
Álvaro Solís
Imagen de
portada: Jaime Ávalos
Éste
no es un libro estadístico, es un libro narrativo, de semblanza, para conocer
más al individuo y aprender de ellos con base en sus experiencias…
el
agua crece y habla y participa, escribe el poeta Carlos Pellicer. El agua está en mi tierra, como
en el cielo, por todas partes, esboza el autor de los poemas El canto
del Usumacinta y Esto soy.
En
el poema Cuatro cantos en mi tierra, Pellicer sentencia que los
tabasqueños somos más agua que tierra, que siempre nos llueve a
tambor y clarín, y que vivimos donde la tierra vive a merced del agua
que suba o baje.
El
agua en Tabasco es como una lluvia repitiendo lo mismo y no debería
sorprendernos: nos llueve por nada, por no decir nada, de acuerdo con la
percepción del poeta José Carlos Becerra, y la mía.
Si el agua, la lluvia y el
río está implícita en la poesía, igualmente se nos presenta en las novelas, las
crónicas, los libros de historia y los de geografía, en la memoria colectiva y
en la oralidad: ¿Qué tabasqueño olvida entre sus relatos, los ríos, las
lagunas, el pantano y los cayucos?
La historia de Tabasco, me
dijo —hace muchos amaneceres— Gabriela Gutiérrez, la cronista de la ciudad de
Villahermosa, está fundada en los sucesos vinculados con el agua, porque, somos
del agua y para el agua.
El
agua tiene memoria, la historia del manejo del agua potable en Tabasco, el libro que está en sus manos y ante sus ojos, es
una obra que rescata el memorial de sus actores, que extrae del ayer y de los
recuerdos, a cada uno de los protagonistas que coordinaron la oficina del agua
potable y el alcantarillado, incluso antes que se creara SAPAET, hoy Comisión
Estatal de Agua y Saneamiento de Tabasco, por sus siglas, CEAS.
El
libro, escrito por Jaime Ruíz Ortíz, ensayista y poeta, reúne once entrevistas
de semblanza con aquellos hombres, y una mujer, que asumieron la responsabilidad
de administrar los destinos del agua en Tabasco, en los últimos 32 años.
“El libro, de unas 140 páginas
y unos 3 mil ejemplares,
explora,
a través del autor,
tiempos pasados y presentes…”
Con
una redacción clara como cuando alguien lee las entrevistas de semblanza de
Elena Poniatowska —en sus libros Todo México—, narradora que perfilaba a
sus personajes y les hallaba elementos peculiares, o cuando se leen los
perfiles (Marlon Brando, Marilyn Monroe, Elizabeth Taylor) del periodista
estadounidense Truman Capote, algo así sucede con estos relatos que escribió Jaime
Ruíz: hay claridad y contundencia en las imágenes, en las metáforas que
ligeramente esboza.
Las
entrevistas o perfiles, como le llama el periodista peruano Julio Villanueva
Chang (autor del libro Elogios criminales), Ruíz —con la colaboración de
Erick García Madrazo que participó en algunas entrevistas—, reseña El agua
tiene memoria, la historia del manejo del agua potable en Tabasco.
El
libro, de unas 140 páginas y unos 3 mil ejemplares, explora, a través del
autor, tiempos pasados y presentes en la narrativa de las entrevistas. Jaime
Ruíz (Villahermosa, 1975) es un practicante y un constante de las semblanzas, y
ya lo ha demostrado con otros personajes emanados de la literatura y del
periodismo.
En
esta obra, emplea descripciones (no sólo de rostros, sino de voces con
múltiples matices) de los sitios en donde realizó las entrevistas. A la manera
del escritor español, Arturo Pérez-Reverte, nos presume su buen oído para
transcribir los diálogos con los personajes, utilizando guiones, o en su caso,
apropiándose de ellos para redondearlos en la narrativa.
Hay
una voz oculta, que ya no lo es porque aquí lo dejo de manifiesto, de un poeta
en esta narrativa, cuando agrega —en los diálogos con los entrevistados—
acotaciones como: “Su voz profunda, cavernosa,
parece surgida desde la oscuridad de un pozo profundo”. O cuando afirma: “A los
sesenta años Jesús Nevares tiene el cabello cenizo. Su voz es firme y sus
recuerdos siguen potables y transparentes como el agua limpia”.
En
la redacción de la obra, con fotos de archivos y otras más del fotoperiodista
Jaime Ávalos, ya una referencia en México, el autor usa corchetes para
completar las respuestas que ofrecen los entrevistados, con el fin de que el
ritmo del texto no se frene, y de respetar lo que textualmente dijeron los
personajes del agua.
Después
de leer el libro en dos ocasiones para realizar el prólogo, hallé que el
escritor de El agua tiene memoria, no se repite en las entradas de cada
semblanza (o historia), que buscó darnos un enfoque distinto por cada
entrevista, en la que aparecen —como coprotagonistas— los ex gobernadores
Enrique González Pedrero y Leandro Rovirosa Wade, de los más citados por los
actores del agua.
Dije que el redactor de la
obra, en el serial de las entrevistas, explora de manera adecuada los tiempos
pretéritos y presentes en la narración. Sin embargo, llama la atención que en
una las semblanzas se cuestiona el futuro, mientras espera a su entrevistado.
El autor, un asiduo lector, para referirse a los
personajes recurrió a escritores imprescindibles en la literatura, tales como a
Ernest Hemingway, Gabriel García Márquez, Andrés Iduarte y Carlos Pellicer,
entre otros autores.
En
la entrevista a Andrés Granier, Jaime Ruíz, demuestra su agudeza al estilo de
Ryszard Kapuscinski, el periodista polaco que escribió los ensayos Los
cínicos no sirven para este oficio y Los cinco sentidos del periodista
(estar, ver, oír, compartir y pensar). Con los ojos abiertos tomó nota para la
redacción de esta entrevista.
Jaime Ruíz con Beatriz Pagés
Éste
no es un libro estadístico, es un libro narrativo, de semblanza, para conocer
más al individuo y aprender de ellos con base en sus experiencias. No hay una
sola entrevista que no evoque recuerdos.
En
las páginas, encontrará que los directores de SAPAET o CEAS, no son de los
funcionarios (del gobierno) más queridos por la población. Por cada vez que no
hay agua en las llaves o regaderas, o las calles se inundan por el agua de
lluvia y de los ríos, se les insulta y se les acusa con el gobernador, como
Gaspar Córdoba le contó a Ruiz.
El
libro es una reseña en la que se contemplan las necesidades de la época vistas
desde la opinión de los personajes. Por esta razón, con estos textos se
recupera en gran medida la tradición oral, podremos decir que el agua es más
humana, que tiene anécdotas y recuerdos, y decir, que el agua tiene memoria.
En la entrevista hecha a Clisceria Rodríguez
Alvarado, el autor recurre al estilo del escritor colombiano Gabriel García
Márquez, para comenzar la redacción del perfil de la primera mujer que ocupa el
puesto más importante en la historia del agua y del alcantarillado en Tabasco.
Este
texto, titulado La fortaleza de la CEAS está en sus mujeres y hombres,
es de los más ambientados entre ríos y lluvias. Si en las novelas y cuentos de
García Márquez siempre llueve, o cae un diluvio, en la entrevista que se le
hizo a Rodríguez, en cada frase, se le mojan los pies al lector. El texto nos
invita a meter los pies en el agua.
Kristian Cerino
* Kristian Antonio Cerino (Jalpa de
Méndez, Tabasco, 1980). Es licenciado en Comunicación y maestro en Docencia por
la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco. Con 15 años en el periodismo, ha
publicado artículos, crónicas, ensayos, entrevistas, prólogos y reseñas en
libros, así como en revistas como Eme Equis, Liberación, y en sitios web como
Animal Político, Lado B, Diez 4, entre otros.
Es premio nacional y estatal de Periodismo
en el género de Crónica. Finalista del premio Nuevas Plumas que organizó la
Universidad de Guadalajara y la Escuela de Periodismo Portátil, 2011.
Es promotor de los blogs en el sur de
México. Primero creó Salida de Emergencia, Libreta de Mar y Águila o Sol. Ha
escrito en los diarios Milenio y Excélsior y también para la agencia española
EFE.
Fue becario en el programa Prensa y
Democracia en la Universidad Iberoamericana y en la Fundación Nuevo Periodismo
Iberoamericano que fundó el escritor Gabriel García Márquez. Incursionó en la
radio de Tabasco. Laboró en las estaciones XEVT, XEVA y XEVX. Es premio Tesis
UJAT 2013 y escribe en www. diarioactivo.mx
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