Oriundo
de Tenosique, Tabasco, además de Historias
del principio, su obra literaria se encuentra desparramada en los libros
colectivos 'Casa Llena', 'Érase una vez un cuento', 'Con Ojo de duende', 'A
cuenta de cuentos', entre otros.
Por Jaime
Ruíz
í,
ya lo veo, es Luis Alonso Fernández Suárez, el científico y escritor. Lo
reconozco bien. Viene llegando entre toda la gente con su caminar de duende, muy despacio,
con su esposa del brazo y mochila al hombro, a presentar su más reciente libro
de historias infantiles: Cuentos de la
manada. Llega. Saluda a los amigos, intercambia comentarios, los abraza. Mira
el reloj. Hace tiempo. La tarde tiene aún las uñas azules.
Como
escritor, Luis ha publicado el libro Historias
del principio, y como científico recibió un reconocimiento por la SCT, por
haber quedado su propuesta entre los 25 mejores proyectos ̶̶
entre 200 ̶
en el Concurso para la Realización de un
Experimento en el Espacio, para la puesta en órbita del satélite Morelos II, a bordo del transbordador Columbia.
Luis
Alonso sube trabajosamente los escalones, toma su puesto en la tarima, escanea a los presentes mostrando una
sonrisa infantil, de bebé con barba.
Sí,
ese es Luis Alonso, el que aparece en las fotografías casi amarillas poniendo
en marcha el Reloj de Sol del Planetario Tabasco 2000, junto a Abraham Reynoso
y Miguel Ángel Ruiz Magdónel, entre otros, a principios de los años ochentas,
los mismos que poco tiempo antes habían fundado el Club de Ciencias “Arturo
Rosenblueth”.
COCINA SOLAR:
Miembros del Club de Ciencias
en sus inicios con su primera cocina solar,
M. C. Abraham Reynoso López,
Tec. Luis Alonso Fernández Suárez
e Ing. Julián Jerez Mazariego
Sí,
el mismo que se presentó una vez en Televisa en el programa matutino Hoy Mismo, conducido por el periodista Guillermo
Ochoa, asegurando haber inventado el mecanismo para la consecución de El Cubo
Rubik o “Cubo Mágico”. Ese rompecabezas mecánico de colores: Uno de los máximos
íconos que marcó los años ochentas.
El
mismo que, por esos años, junto a otros escritores fundaran la Sociedad de Escritores
“Letras y Voces” de Tabasco, A.C.
(Dicen
las malas lenguas que para las
presentaciones de sus libros los escritores invitan a sus amigos más cercanos: “para
que hablen bien de ellos” …pero los amigos de Luis son tantos que no cabrían en
el pódium, así que el autor decidió no subir a todos, y para presentar los Cuentos había escogido a dos: Gamaliel
Sánchez Salinas y Lorenzo Morales Mendoza, y como moderador, Aarón Rueda: el
más catrín de los poetas).
El
lugar, la FULTabasco, feria del libro
2010 organizada por la
UJAT. Frente a los presentadores unas 110 editoriales de todo
México ofrecen sus libros bajo un gran toldo blanco. Gente de todas las edades,
platican, leen, comen y ríen y revisan libros, regatean.
“La
lectura literaria no exige velocidad”, dijo aquella noche del 11 de noviembre
Gamaliel Sánchez, “no se aprende a través de manuales contentivos… En sus
trabajos literarios, Luis parece decirnos: Nada sustituye al contacto directo
con la palabra del escritor”.
El
maestro del SITET y director de la revista Magisterio,
y también Director de Difusión y Extensión de ese mismo sindicato, reconoció
que Luis Alonso es un hombre que combina “su pasión por la ciencia y su amor
por la literatura”, y desde hace mucho tiempo, como pocos escritores, “ha
fijado la pluma en un grupo de renuentes con calma: Los niños”.
Sabe
nuestro autor, metido en la piel de sus personajes, que los niños padecen
angustia, soledad y encuentran compañía y respuestas a sus inquietudes en ese
universo forjado al margen de la cotidianeidad.
Para
Gamaliel la publicación de los Cuentos de
la manada marcan un hito en la historia editorial en Tabasco, pues inicia
la colección literaria infantil Colores
en el mar de la máxima casa de estudios, y con esto: como en el juego de la
pirinola, todos ganan…
Al
tomar su turno, el Premio Tabasco de Poesía José Carlos Becerra y ex alumno durante
algunos años de Alonso Fernández en el taller literario de la Sociedad de Escritores,
Lorenzo Morales; en su texto titulado “Una terca muletilla llamada Luis
Alonso”, expone que tuvo “la oportunidad de conocer aquellos textos desde su origen”,
revelando que eran escritos que el autor “guardaba celosamente”.
De
acuerdo con el también ganador del premio Nacional de Poesía de los Juegos Florales
de Papantla, Veracruz, “Escribir para niños es más difícil de lo que se cree”, pues
“se requiere de características que no todos los escritores poseen”.
SALIENDO
DEL TALLER: Luis Tatu Gámez,
Beatríz
la gata Pereda, Daniel el Flaco Guzmán,
Zoyla
de Dios, Wilbert Albert, Luis Alonso Fernández,
Jaime
el Jimy Ruiz, y Malasangre.
Los Cuentos de la manada están escritos en
un “engañoso estilo sencillo”, y están diseñados para poner en acción la
imaginación del niño.
En
ese libro –explica—, el autor se lanza en el mundo de la imaginación y de la
aventura. Para Lorenzo Morales, Luis habla
como niño, camina como niño y, piensa como niño...
Yo
coincido con esto último:
Luis
Alonso Fernández Suárez (Tenosique, Tabasco, 1952). Además de Historias del principio. Su obra literaria
se encuentra desparramada en los libros colectivos “Casa Llena”, “Érase una vez
un cuento”, “Con Ojo de duende”, “A cuenta de cuentos” y la “Nueva antología de
poetas tabasqueños contemporáneos”.
Habían
pasado en ese escenario el poeta Dionicio Morales y la actriz Susana Alexander,
Hugo Hiriart, Ángeles Mastreta y el mismísimo Héctor Aguilar Camín. En la
inauguración de esta fiesta del libro la rectora de la UJAT había externado que en
esta lucha a favor de la lectura “no somos idealistas solitarios”, y además
Aguilar Camín había pegado un recio jalón
de orejas a los medios de comunicación, por hacer tanto énfasis en temas
como la violencia o el crimen organizado, y por último llamó a celebrar en “el
espíritu pelliceriano”.
Pero
ese jueves por la noche Luis era el rey. La estrella encendida. Nadie le había
preguntado a ninguno de los anteriores participantes tantas cosas como a este escritor y científico que lleva una camisa a cuadros; de frente redonda y bien moldeada, de
mirada interrogativa, que observa por encima de sus lentes. Poseedor de un leve
aire a don Alfonso Reyes. De intelectual.
Para
mí, los Cuentos de la manada es un
libro que se lee de una sola sentada. Tam tam, suenan en él los tambores, esas grandes bocas que alegran o entristecen las
gargantas de los corazones, cuando los hombres encienden la carne de los
árboles y se reúnen alrededor de su fuego; los mismos hombres que recogen los
corazones de piedra que dejan los rayos al caer. En los Cuentos, como en El
Zoo-humano, de Desmond Morris y
Animal farm, de Orwell, los hombres se parecen a los animales en muchas
cosas.
De
acuerdo a esto, lee el autor en la presentación:
Cuando un lobo tiene
hambre es cuando mejor aprende, pues de eso depende que pueda comer. Un
lobo nunca deja una pregunta sin formular cuando ésta ha sido pensada. Sólo los
tontos no preguntan.
Y
continúa:
La
voz de la madre arrullaba a sus cachorros. De color negro, cada uno tenía una marca
que los diferenciaba. El mayor tenía una estrella en la frente, el siguiente un
collar alrededor del cuello, el tercero botines en las patas, el otro una capa
en el lomo, el quinto una medalla en el pecho y el sexto una mota en la punta
de la cola. Madre loba les llamó Estrella, Collar, Botitas, Capita, Medalla y
Colita…
Al
término de la lectura su esposa Delfina Villegas, con micrófono en mano lo
felicita, y de buena forma explica que hasta cierto punto ella ha contribuido
“soportando tantos libros en la mesa”.
Doña
Delfina con manos temblorosas y voz de equilibrista a punto del abismo.
Encorvada y fuerte a la vez, con su vestido de flores, habla de Luis Alonso tal
como una madre hablaría de su hijo con buenas notas en la escuela: “Tan buen
esposo… Tan buen escritor”. Lo que puso en aprietos los ojos de Luis Alonso,
que sus zonas blancas se tornaron color malteada de fresa. Después… una
avalancha de aplausos.
Luis
Alonso sale del lugar, a paso lento como de costumbre, con su mochila inflada
de gloria, perdiéndose entre los oscuros pasillos de la DACEA, a paso lento: “como perdonando el tiempo”.
PDF
Cuentos de la Manada (UJAT, 2010)
Puedes dejar tu comentario en: cae_altazor@hotmail.com
MÁS
INFORMACIÓN SOBRE ESTE PERSONAJE, CONSULTE:
La natural manía de contar: notas sobre la cuentística
de Luis Alonso Fernández Suárez
MANSALVA, blog del escritor Francisco Payró
Los Cuentos de la manada: Un terca muletilla llamada
Luis Alonso
LETRA DURA, blog
de Lorenzo Morales Malasangre
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Hasta enero de 2009 se han vendido 350 millones de
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Wikipedia.
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